LES PIDO PERDÓN.
Hace unos días les invitaba a
acudir al concierto de Big “Daddy” Wilson dentro del marco de la decimoquinta
edición del Santablues.
¡Qué vergüenza!
En mis 62 años jamás había visto
algo así, y digo visto porque lo que se dice oír, se oía muy poco.
Parece ser que el ayuntamiento de
Santa Cruz tiene en vigor una normativa (https://www.santacruzdetenerife.es/web/fileadmin/user_upload/DEC_EVENTOS_Y_ESPECTACULOS_jun19.pdf)
que impide que, en este tipo de conciertos, el nivel de “ruido” sea superior a
96 decibelios y ya se podrán suponer como “sonaba” aquello. ¡De pena! Imaginen
una trompeta tocada con sordina… pues algo así.
Al hilo de todo esto me surgen
varias preguntas:
¿Quién es el iluminado/a que
dictamina que un concierto de jazz, rock, blues, funk, salsa, etc. pueda sonar
medianamente bien, al aire libre, con un nivel de sonido como ese?
¿Para qué organizan este tipo de
eventos si luego los capan?
¿Por qué algunos conciertos
suenan sin limitador? (Según dicen las malas lenguas, depende del público que
asista, es decir, si entre él se encuentra alguna de las ya ex autoridades
municipales, siendo el caso del concierto de Juan Luis Guerra y algún otro más).
A partir de ahora y antes de
comprar una entrada para un evento de estas características habrá que preguntar
si el concierto será con limitador o no, aunque el de anoche era gratuito, pero
es igual, el grado de sufrimiento es el mismo, pero si encima tienes que pagar…
Entiendo y respeto el descanso de
los vecinos, y que ese limitador entre en funcionamiento después de
determinadas horas, incluso entendería, que a partir de determinadas horas no
se puedan celebrar actos como el que comento, pero para hacer “cosas” como la
de anoche en la Plaza de La Concepción en Santa Cruz de Tenerife mejor no hacer
nada y que la cuidad siga siendo “la bella durmiente” que los vecinos
“poderosos” están imponiendo. Luego son esos mismos los que se quejan de que la
capital languidece.
Además, existen lugares públicos
cerrados que pueden alojar, con mayor dignidad, por cierto, eventos como el
Santablues, ¿o es que el Guimerá está siempre ocupado? ¿Y el Auditorio? Incluso
un privado como el Víctor. Será por espacios.
De seguir con esta tónica, mejor
destinan esos dineritos a otras cosas que den mejores frutos.
Y, aunque no sea ciudadano de
Santa Cruz, me voy a permitir sugerir al nuevo equipo de gobierno que monte una
consulta popular, referéndum o como quiera que se llame a nivel municipal, para
que sean todos los vecinos los que decidan qué, cómo, dónde, etc. se hacen
eventos de este tipo. Si hay que decidir sobre lo que incumbe a todos, que sean
todos los que decidan, no solo los “poderosos”.
¡Salud!
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